Silos de Burjassot (S. XVI). Origen y desarrollo constructivo. Evolución de sus estructuras. Estado de conservación.

  1. Valls Ayuso, Ana
Dirigida por:
  1. Jaime Llinares Millán Director/a
  2. Manuel Jesús Ramírez Blanco Director/a

Universidad de defensa: Universitat Politècnica de València

Fecha de defensa: 26 de mayo de 2014

Tribunal:
  1. Javier Benlloch Marco Presidente/a
  2. Francisco Enrique Segado Vázquez Secretario
  3. Nuno Santos Pinheiro Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Desde tiempos remotos, los silos se han empleado como almacenes subterráneos para la conservación de víveres y especialmente para guardar cereales, como el trigo. Multitud de ejemplos se han documentado, tanto en el ámbito internacional como en el nacional y local; pues han sido objeto de excavaciones arqueológicas y estudios diversos. En la mayoría de los casos, se perseguía determinar el origen de su construcción, la evolución de sus estructuras o su funcionamiento; sin embargo, pocos análisis profundizan en la sistematización de su ejecución y en su materialidad. Esta investigación se centra en los Silos de Burjassot, una obra de arquitectura e ingeniería civil que representa el antiguo almacén frumentario de la ciudad de Valencia que fue construida tras períodos de gran hambruna, a finales del siglo XVI. Durante mucho tiempo, ejerció una valiosa función como depósito del trigo que se consumía en la capital del Reino y poblaciones cercanas, proveyendo en épocas de escasez y sirviendo de almacén en las de bonanza. En aras de determinar el entorno y la época en la que se llevó a cabo dicha obra, así como de establecer las causas que dieron lugar a la misma, se analiza su contextualización histórica; la relación entre los depósitos subterráneos y sus condiciones urbanísticas; su razón de ser; sus elementos principales y características generales. Como cualquier conjunto patrimonial, los Silos han sufrido modificaciones que han tenido como resultado la alteración de su configuración original. Desde 1573 hasta la actualidad, numerosos sucesos han dado lugar a la evolución de sus estructuras, bien por la asignación de nuevos usos al edificio, bien por intervenciones arquitectónicas de diversa índole. El hecho de que el propio terreno arcilloso conforme el armazón sustentante de los depósitos subterráneos en forma de ampolla o botella, convierte este enclave en un sugestivo tema de investigación. De ahí la imperiosa necesidad de caracterizar el suelo y su comportamiento, así como de analizar la procedencia, aplicación y función del resto de materiales (piedra, morteros de revestimiento, elementos metálicos, etc.). Se trata de una actuación sin precedentes hasta la fecha, de igual manera que sucede con el análisis constructivo realizado sobre la muralla, el enlosado o los propios silos. En dicho proceso, resultó fundamental la documentación histórica de archivo, así como el empleo de la técnica no destructiva del geo- radar (GPR), utilizada en la prospección no invasiva del subsuelo y otros elementos. A pesar de la excelente calidad constructiva que ha hecho posible su perduración hasta la actualidad, la presencia de lesiones resulta inevitable en un conjunto monumental con más de 440 años de historia, sobre todo, por cuanto se ha descuidado en demasía las tareas de mantenimiento. Por tanto, el análisis de su actual estado de conservación constituye un primer paso en las futuras intervenciones arquitectónicas que se puedan llevar a cabo sobre el edificio.