Los derechos "comunes" del deportista profesional

Resumen

El trabajo versa sobre la aplicación de los derechos laborales de un colectivo muy singular, lo sencillo sería decir que en lo no contemplado en su RD regulador, norma especial, habrá que estar a la norma general el Estatuto de los Trabajadores, pero no siempre es así, y no lo es, porque de la lectura de lo que fue la Exposición de motivos del RD 1006/1985, que desarrolla la relación laboral especial, se habla de la sustitución de la entonces norma vigente hasta la fecha el Real Decreto 318/1981, exponiendo el legislador que la nueva regulación se hacía tras haber tenido en cuenta la experiencia de la aplicación anterior existente, RD 318/1981, y buscando resolver mediante la nueva norma, aquellas cu3estiones de la experiencia aplicativa anterior; a mi esta misma motivación, la que se dio entonces, y llevó de la norma del 81 a la del 85, cuatro años después, justifica hoy una renovación de la norma, treinta años más tarde, y prácticamente podríamos trasladar aquella exposición de motivos en su integridad a una nueva norma. Con esta tesis doctoral se ha intentado aportar soluciones jurídicas que pueda obtener el deportista ante determinados avatares o vicisitudes de su relación laboral buceando en las distintas alternativas del ordenamiento jurídico bien a través del Real Decreto RD 1006/1985, bien directamente en el Estatuto de los Trabajadores, intentando dar respuesta a las situaciones laborales que el deportista, como cualquier trabajador, tenga que afrontar, acudiendo a la doctrina científica, judicial o jurisprudencia. Se realiza un análisis crítico sobre la ausencia de regulación de algunos colectivos anexos y necesarios para el deporte profesional, como es la de árbitros, y se reclama y exige a la futura nueva regulación que deslinde de forma nítida la figura del aficionado y profesional, las inscripciones federativas, el tiempo parcial, el período de prueba, el reconocimiento médico y la idoneidad o no para la práctica del deporte, la resolución del contrato y del precontrato, los derechos colectivos, los derechos de paternidad, la falta de ocupación efectiva, o la baja del jugador, por motivos estrictamente económicos, por no cumplir el club el ratio de endeudamiento, o el cese del entrenador por no obtener determinados puntos, resolución del contrato por resultados, circunstancias actuales y que necesitan de forma acuciante regulación legal y no quedar al albur de la interpretación de los tribunales. Se exige también que por el legislador se cubra el vacío existente al controlar aspectos de la vida privada mediante nuevas tecnologías, las apuestas deportivas, se consideren contrarios a derecho los denominados pactos de miedo, o al menos contrarios al juego limpio, se reclama en definitiva una novedosa y actualizada regulación con cobertura a los problemas que los deportistas y sus empleadores afrontan diariamente en un mundo como el deportivo dinámico, cambiante e imparable.