Prevalencia de personalidad tipo d en pacientes con psoriasis moderada a grave y su relación con el estado de ánimo, factores de riesgo cardiovascular, adaptación social y calidad de vida relacionada con la salud

Résumé

INTRODUCCIÓN La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que representa uno de los motivos de consulta más frecuentes en dermatología y provoca un impacto significativo en la calidad de vida. Los factores psicológicos, incluida la salud percibida, los sentimientos de estigmatización, la ansiedad y la depresión pueden ser determinantes de discapacidad más importantes en pacientes con psoriasis que la gravedad de la enfermedad, la localización o la duración. La personalidad tipo D consiste en una tendencia a inhibir la expresión de emociones o comportamientos para evitar reacciones negativas de los demás (inhibición social), en combinación con la tendencia estable a experimentar afectividad negativa. Diferentes estudios han encontrado una mayor prevalencia de personalidad tipo D en pacientes con psoriasis, lo que también se ha asociado a la presencia de comorbilidad psicológica en forma de ansiedad y depresión. Hasta la fecha no existen datos sobre su estabilidad temporal. Los objetivos a la hora de plantear de esta Tesis Doctoral han sido: 1.- Evaluar de forma sistemática la evidencia científica en relación con la personalidad tipo D y psoriasis. 2.-Evaluar la asociación entre la presencia de personalidad tipo D y el riesgo de presentar comorbilidades físicas y / o psicológicas y su relación con la calidad de vida relacionada con la salud. 3.- Evaluar la estabilidad de la personalidad tipo D y su influencia en las comorbilidades físicas y / o psicológicas durante un seguimiento de 4 años. MATERIAL Y MÉTODOS Para ello realizamos una revisión sistemática de la literatura para analizar la evidencia científica disponible en relación con la psoriasis y la personalidad tipo D. En el estudio de campo incluimos 130 sujetos y analizamos el riesgo de los pacientes con psoriasis y personalidad tipo D de presentar comorbilidades físicas y / o psicológicas y su relación con la calidad de vida relacionada con la salud. Cuatro años más tarde, examinamos la estabilidad de la personalidad tipo D y su relación con el deterioro psicológico. Nuestra principal variable de interés fue la presencia de personalidad tipo D, evaluada mediante el cuestionario DS-14. Otras variables de interés fueron la presencia de ansiedad y depresión, medidas por la Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresión (HADS); el grado de adaptación social, medido por la Escala de Adaptación Social Autoaplicada (SASS); el grado de dependencia física a la nicotina, medido por el Test de Fagerström (FT); la salud cardiovascular, medida por encuestas de salud de forma abreviada (SF-36); la función sexual, medida por el cuestionario de funcionamiento sexual del Hospital General de Massachusetts; y la salud cardiovascular en pacientes con psoriasis, medida por el Índice de Discapacidad de la Psoriasis (PDI). RESULTADOS Los resultados de la revisión sistemática de la literatura científica mostraron que los pacientes con psoriasis y personalidad tipo D tenían un mayor riesgo de presentar comorbilidades psicológicas en comparación con la población sana. El sufrimiento psicológico, expresado como sentimiento de estigmatización, se asoció con tener una red social pequeña, no tener pareja y a un nivel educativo más básico. En la semana 0, se incluyeron en el estudio 130 pacientes con psoriasis. La prevalencia de personalidad tipo D fue del 38,4% de los participantes. Los pacientes con psoriasis y personalidad tipo D presentaron un riesgo 3,7 veces mayor de presentar depresión y un riesgo de ansiedad 4,4 veces mayor. Asimismo, la personalidad tipo D se asoció a un insomnio por despertar precoz, a una peor adaptación social, una mayor frecuencia de alteraciones sexuales y una peor calidad de vida relacionada con la salud. En la semana 208, la prevalencia de personalidad tipo D para los participantes fue del 27,3%. En relación con los datos de referencia, la personalidad tipo D se mantuvo estable en el 47,5% de los participantes. La estabilidad de la personalidad tipo D fue mayor en los pacientes con una educación incompleta y en los separados o divorciados. Durante el seguimiento, el 15% de los pacientes desarrollaron personalidad tipo D. El sexo femenino y la presencia de ansiedad y depresión previa aumentaron el riesgo de desarrollar personalidad tipo D. CONCLUSIÓN Tras todo ello llegamos a las siguientes conclusiones: 1.- La personalidad tipo D es un tipo de personalidad frecuente entre los pacientes con psoriasis que aumenta el riesgo de ansiedad y depresión, favorece una mala adaptación social y confiere una peor calidad de vida relacionada con la salud en estos pacientes. 2.- Representa es un constructo de personalidad estable, mostrando una estabilidad moderada-alta a lo largo del seguimiento de nuestro estudio. 3.- Además, puede representar un “marcador” asociado a una pobre capacidad de adaptación y una mayor vulnerabilidad a la comorbilidad psicológica en pacientes con psoriasis, por lo tanto, su cribado podría ser interesante para identificar subgrupos de pacientes que pueden beneficiarse de intervenciones interdisciplinarias, como la psicoterapia cognitivo-conductual. 4.- Podría ser útil evaluar periódicamente la presencia de personalidad tipo D en pacientes con psoriasis moderada a grave ya que pueden aparecer nuevos casos con el tiempo.