Response of "Oryza sativa" and "Phragmites australis" plants to potentially toxic elements stress in phytoremediation strategies

  1. Álvarez Robles, María José
Dirigida por:
  1. Rafael Clemente Carrillo Director/a
  2. María Pilar Bernal Calderón Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 15 de julio de 2022

Tribunal:
  1. Elvira Esteban Fernández Presidente/a
  2. María Josefa Delgado Iniesta Secretario/a
  3. Héctor Miguel Conesa Alcaraz Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La contaminación de suelos por elementos potencialmente tóxicos (metales pesados y metaloides; PTE) procedentes de actividades mineras supone un grave problema medioambiental y numerosos riesgos para los seres vivos que habitan en ecosistemas próximos. Las plantas son capaces de lidiar con determinadas concentraciones de PTE hasta un valor umbral, a partir del cual son tóxicos y llegan a producir daño oxidativo o la muerte de la planta. Puesto que las distintas especies de plantas pueden diferir en su respuesta al estrés por PTE, conocer estas alteraciones en los indicadores de estrés puede ayudar a mejorar la eficacia de las estrategias de fitorrecuperación. El objetivo de esta tesis fue identificar los cambios en el estado fisiológico y oxidativo de plántulas de arroz y carrizo para contrarrestar la toxicidad por PTE al crecer en diferentes suelos mineros contaminados o en disolución nutritiva con distintas concentraciones de arseniato (As(V)). Las plantas de carrizo mostraron una alta tolerancia a PTE (tanto en suelo como en cultivo hidropónico), acumulándolos principalmente en sus raíces y limitando su transporte a la parte aérea de la planta, confirmando así su idoneidad para su uso en la rizofiltración y fitoestabilización de medios contaminados por PTE, incluido As. Estas plantas no mostraron síntomas evidentes de toxicidad, aunque las concentraciones de prolina y la peroxidación lipídica (MDA) en las plantas reflejaron la acumulación y toxicidad de As. En el experimento en suelos mineros, las plantas de arroz presentaron relativa tolerancia a As y Pb, limitando su translocación a la parte aérea. A su vez, las altas concentraciones de Cd y Zn causaron fitotoxicidad en las plantas de arroz, siendo la peroxidación lipídica y la prolina indicadores de dicha vulnerabilidad. Sin embargo, las plantas de arroz mostraron síntomas de toxicidad aguda a concentraciones elevadas de As(V) en disolución nutritiva (> 5 mg L-1), que se reflejó en el crecimiento reducido, una muy alta acumulación de As, tanto en raíces como en la parte aérea, con un aumento de la peroxidación lipídica. Por último, se estudió el efecto del “priming” con ácido ascórbico (AsA) sobre distintos parámetros de estrés en plantas de arroz expuestas a As(V), ya que mediante esta técnica se busca inducir una respuesta de defensa de las plantas más rápida o robusta. La adición de AsA a la disolución nutritiva disminuyó la acumulación de As total en las plantas de arroz y, en particular, la especie As(III) en las raíces, la cual se encontró que estaba directamente relacionada con la concentración de compuestos tiólicos en las raíces de las plantas; así como limitó la translocación de las especies inorgánicas de As (As(III) y As(V)) a la parte aérea de las plantas. La prolina aumentó como respuesta a la presencia de As y, posteriormente, se mitigó con la adición de AsA, por lo que podría actuar como un marcador útil de la presencia y toxicidad de As en las plantas de arroz. Se obtuvieron correlaciones positivas entre las actividades antioxidantes (FRAP y DPPH) y las concentraciones de compuestos fenólicos (solubles totales y proantocianidinas) con las de prolina, de modo que se deduce un fuerte control de la homeostasis oxidativa por parte de estos compuestos. Las raíces de estas plantas son el primer órgano en enfrentarse y responder al estrés de los PTE, y han mostrado gran capacidad para lidiar con niveles tóxicos de PTE. Por ello, proveer a las células que las componen (mediante ingeniería genética o las numerosas posibilidades que ofrece el priming) de la maquinaria de defensa pertinente sería clave en las estrategias de fitorrecuperación para así mejorar la adaptación al estrés abiótico y mitigar la toxicidad.